miércoles, 8 de agosto de 2007

Cartes de Visite en Estados Unidos

Para 1862 la moda de retratarse uno, se modificó por la de mandar a hacer docenas de retratos pequeños y distribuirlos entre amigos. Cada dama esperaba recibir foto de un pariente, enamorado o amigo, y luego con la agresividad de una limosnera (según lo dicho en Vanity Fair) asediar a todos sus conocidos para entregarle retratos y conformar así una colección. Con frecuencia se firmaban por el interesado.

Las ventajas sobre el daguerrotipo y el estereógrafo es que no se necesitaban de aparatos para verse. Eran coleccionadas por todos, la Reina Victoria era fanática de ellas, los de la era victoriana eran coleccionistas ávidos.

Integral de la CdV es el blackmark, con un nombre y la dirección del fotógrafo. 21/8 x 31/2 pulgadas.

Para leer mayor información en el sitio en Inglés City Gallery por favor presione aquí.

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